El manotazo de Brigitte a Emmanuel Macron y las tres versiones contradictorias sobre lo sucedido en Hanoi
La escena captada en vídeo nada más aterrizar el presidente francés en su visita oficial en Vietnam ha dado paso a un enorme revuelo
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El manotazo de Brigitte a Emmanuel Macron nada más aterrizar en su visita oficial a Hanoi, Vietnam, resuena todavía hoy entre múltiples interpretaciones de lo ocurrido en pleno avión presidencial. La escena, captada en cámara justo cuando se abrían las puertas del aeroplano, ha generado un enorme revuelo a pesar de los intentos del presidente de Francia por disimular normalidad nada más percatarse de que ya les estaban grabando. Las distintas versiones de lo ocurrido ofrecidas desde el Eliseo, además, no han ayudado a frenar los rumores.
Los hechos se enmarcan concretamente en la gira del mandatario y su esposa por el sudeste asiático, con una primera parada en Vietnam para reforzar lazos diplomáticos y comerciales.
“Se está escribiendo una nueva página de la historia entre nuestros dos países en todos os campos: economía, ciencia, tecnología, industria, ejército, estrategia, cultura y educación superior”, resumía Macron sobre esta visita. Sin embargo, de lo que más se está hablando al respecto es de esa breve secuencia en la que se aprecia el momento en que recibe un manotazo.
La secuencia del manotazo de Brigitte a Emmanuel Macron
En el vídeo que captó el instante, difundido inicialmente por la agencia Associated Press, se aprecia cómo un empleado abre las puertas del avión y, de fondo, Emmanuel Macron, que está mirando hacia su derecha, recibe un manotazo de alguien a quien no se le llega a ver más que una manga roja.
Lo que sucede a continuación es un visible y significativo cambio de expresión en el rostro de Macron, que nada más percatarse de que ya le están grabando esboza rápidamente una sonrisa y saluda antes de bajar por la escalera del aeroplano.
En ese otro periodo, el del descenso por las escaleras del avión para tocar tierra firme, se produce precisamente otro instante que no ha dejado de ser comentado: Macron tiende su brazo a Brigitte para ayudarla a bajar, pero ella, vestida de rojo, directamente, escoge agarrarse a una barandilla y baja a su lado, pero sin cogerle el brazo.
Todo ello, en suma, es lo que ha generado el cóctel perfecto para un aluvión de rumores, especulaciones, supuestos e hipótesis sobre lo ocurrido, algo que ha hecho que tanto el Eliseo como Macron se pronuncien para salir al paso. La cuestión es si esto último ha servido para atajarlo o para alimentar aún más el revuelo.
Las tres versiones del manotazo: ¿imágenes con IA, broma o agresión?
Nada más viralizarse las imágenes, múltiples usuarios comenzaron a dar redifusión a lo ocurrido en el avión presidencial francés, con algunos de ellos señalando que ese manotazo a Macron podría considerarse una agresión en el probable marco de una discusión. Otros, por su parte, trataban de quitarle hierro, imaginando un gesto menos ofensivo.
Entre el debate y la efervescencia de las redes, llegaba un primer pronunciamiento desde el Eliseo: se apuntaba que la información era falsa e incluso que había sido creada por la inteligencia artificial. Sin embargo, sería el propio Emmanuel Macron el que, con su explicación del manotazo, desmontaría esta versión.
El presidente francés ha declarado que los hechos se produjeron en un momento en que él y su esposa estaban “bromeando”, llegando a declarar que le “sorprende” que una escena así se convierta "en una especie de catástrofe geoplanetaria" que ha llevado incluso a alentar acusaciones de maltrato.
En esta línea, Macron ha llamado a no extraer conclusiones de este tipo de contenidos y a centrarse en cambio en el análisis de la situación política actual. De hecho, ha vinculado el debate sobre estas imágenes con las acusaciones o burlas surgidas a raíz de otros momentos como el retorno en tren desde Kiev, cuando llegó a circular una teoría falsa sobre el consumo de droga, o la escena en la que el mandatario de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, agarra por un dedo a Macron después de que éste le acercase la mano.
“Bromeaba con mi esposa como hacemos bastante a menudo”. “Nada de eso es cierto así que es mejor que se calmen”, ha sentenciado.
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