Ana Julia Quezada, la asesina del pequeño Gabriel Cruz, ha vuelto a saltar a la actualidad informativa después de que se hiciese público los supuestos 'favores sexuales' que habría realizado a dos funcionarios de la cárcel de Brieva y las supuestas amenazas que habría cometido contra Patricia Ramírez, madre del pequeño al que quitó la vida en 2018.

Según se ha hecho público y ha explicado la propia Patricia Ramírez, Ana Julia Quezada habría tenido un teléfono móvil en prisión que le habría facilitado un trabajador de la cárcel a cambio de favores sexuales. Precisamente, con este dispositivo móvil la asesina de Gabriel Cruz habría protagonizado las entrevistas del documental o 'true crime' que habría estado preparado una productora y que se encuentra actualmente parado tras la denuncia pública de la madre del menor.

Para entender la entrega de este teléfono móvil habría que situar en la escena a otra integrante de todo este entramado: la actual pareja de Ana Julia Quezada. Según ha avanzado en exclusiva 'El Periódico', Ana Julia Quezada habría comenzado una relación sentimental con una joven con la que empezó a enviarse cartas en 2023 y que tendría 27 años en ese mismo momento.

Esta joven que trabajaba en una residencia de ancianos y que vivía con sus padres habría mandado varias cartas a la asesina del pequeño Gabriel Cruz a la cárcel de Brieva, en Ávila.

En un principio, la asesina del pequeño que cumple condena permanente revisable habría optado por hacer caso omiso a la correspondencia que recibía por parte de esta joven.

Según el testimonio a la Guardia Civil de una reclusa que fue compañera de Ana Julia Quezada, la asesina de Gabriel Cruz estaba obsesionada con el traslado de la cárcel de Brieva a alguna del País Vasco o Cataluña ya que consideraba que esa era su única opción de salir de la cárcel algún día.

Por ese motivo, Ana Julia Quezada comenzó a responderle las cartas a esta admiradora que pasaría a convertirse en su pareja con el paso de las semanas.

Al parecer, fue ella misma la que le consiguió el teléfono móvil a Ana Julia Quezada. Tras quedar y darle a uno de los funcionarios de la cárcel el dispositivo móvil, la joven pasó de comunicarse por carta a entablar conversaciones por móvil con Ana Julia Quezada, su nueva pareja.

Según avanza el medio de comunicación anteriormente citado, Ana Julia Quezada consiguió dicho terminal móvil a cambio de 'favores sexuales' con uno de los funcionarios de la cárcel de Brieva. Fue entonces cuando la información de la posesión de un teléfono móvil por parte de Ana Julia llegó a manos de Patricia Ramírez que lo denunció públicamente.

Nada más producirse esta denuncia, la asesina del pequeño Gabriel Cruz se deshizo del terminal con la ayuda del funcionario de prisiones. Cuando los agentes registraron la celda de la condenada con la ayuda de perros especializados no encontraron ningún móvil.

Sin embargo, los perros sí marcaron "positivo" el rastreo. Por lo que todo indicaba que Ana Julia Quezada habría contado con un dispositivo móvil en su celda.

Una de las primeras personas en conocer la relación entre Ana Julia Quezada y esta trabajadora de una residencia de ancianos fue una tarotista. Esta mujer que 'lee el futuro' y trabaja con las cartas del tarot recibió hasta en tres ocasiones la llamada de esta joven.

En estas conversaciones, la actual pareja de la asesina de Gabriel Cruz le comentaba que estaba muy preocupada por su pareja, una mujer que cumplía condena, que se llamaba Ana Julia, que era piscis y que tenía 49 años.

Según avanzaba la conversación, la tarotista ató cabos y descubrió que la presa de la que hablaba esta joven era Ana Julia Quezada, explican desde 'El Periódico'.

Tras prestar declaración a la Guardia Civil, la tarotista ha desvelado que la joven de 27 años conversaba con Ana Julia a través del teléfono móvil y que se veía las caras con ella una vez al mes en los vis a vis que ofrecía la cárcel de Ávila. Para ello, la joven tenía que desplazarse desde Barcelona hasta la cárcel de Brieva.

Manipulada por la asesina de Gabriel Cruz, la joven contó a la tarotista que "Ana Julia le decía que tenían que casarse para 'conseguir permisos carcelarios y traslado a otra prisión', y que luego se la 'llevaría a vivir a su país', República Dominicana", avanzan desde 'El Periódico'.

Fue en enero de 2024 cuando Ana Julia le habría metido prisa para que fuera al Registro Civil y se enterase "de los papeles necesarios para casarse para que le concedieran el traslado" a una cárcel catalana. "La joven se resistía porque 'no quería casarse y que se enteren todos. La boda tendría que ser en secreto'", recogen desde el medio de comunicación catalán.

Tras conocerse todo este entramado, la tarotista ha prestado declaración a la Guardia Civil que ahora investiga la relación de Ana Julia, cómo consiguió el teléfono móvil, los presuntos 'favores sexuales' y las amenazas a Patricia Ramírez.

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