Salvar el pelo o la libido, el dilema falso que está en la calle: "La pérdida de cabello genera estrés en muchos hombres"

El uso de fármacos contra la alopecia está rodeado de falsas creencias que se expanden por las redes sociales
La más extendida es la referida a sus efectos secundarios, especialmente sobre la vida sexual
El dermatólogo Ramón Grimalt nos aclara qué hay de cierto en toda la información que recibimos
Blanco o negro. Buenos o malos. Amor u odio. Corazón o razón. Pelo o libido. Nos encantan las dicotomías para guiarnos por la vida, pero si nos detenemos en esta última -pelo o libido-, hay mucho que rebatir. ¿Quién dice que hay que escoger? La última conversación sobre ello tuvo lugar recientemente en un programa de televisión. Entrevistado y entrevistador se enzarzaron en una leve discusión sobre "la pastilla" que acelera el crecimiento del pelo y frena su caída. El menos optimista de los dos aseguró que el fármaco en cuestión provoca "impotencia sexual".
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Al hablar de pastilla, se referían a la finasterida, un fármaco que trata la caída del cabello de patrón masculino (alopecia androgénica) en sus primeras fases bloqueando la producción de la hormona masculina DHT en el cuero cabelludo que detiene el crecimiento del cabello y hace que el pelo sea más fino. Es uno de los más utilizados, aunque no el único.
La creencia de que impacta negativamente en vida sexual del hombre está también en la calle y, sobre todo, en las redes sociales, generando una gran confusión en la decisión de tomarla u obviarla. ¿Tiene algún fundamento? ¿Salvar el pelo exige sacrificar el deseo sexual? Tan implantado está este temor que hemos pedido opinión a Ramón Grimalt, dermatólogo y fundador de la clínica de dermatología medicoquirúrgica que lleva su nombre.
"La pérdida de cabello es una preocupación que genera estrés en muchos hombres. Ese estrés puede desencadenar una disfunción eréctil o menor deseo sexual. No es, por tanto, el fármaco finasterida, el causante. No hay ninguna razón bioquímica en su composición que pueda determinar que la bajada de la libido sea un efecto secundario del fármaco", explica.
Caos informativo
Por otra parte, la ansiedad por evitar la caída de pelo encuentra en internet y en las redes sociales el reflejo perfecto, de manera que aparecen comunidades enteras de hombres opinando sobre ello y vertiendo teorías que no tienen ningún respaldo serio. De hecho, se trata de uno de los motivos más comunes de búsqueda en internet. Como sabemos, no es la fuente más fiable. Al contrario, muchos usuarios con sus comentarios contribuyen a expandir inexactitudes como esta.
Grimalt insiste en la necesidad de saber que detrás del desplome de la libido puede haber muchas causas que deberían valorarse desde el punto de vista médico, en lugar de achacar la responsabilidad a los fármacos que frenan la caída del pelo.
La mala prensa de la finasterida, cuando se la relaciona con la falta de rendimiento sexual, se debe a su popularidad. Hay otros fármacos más novedosos, también muy efectivos desde el punto de vista capilar, que no despiertan esta preocupación. El motivo es que en las redes sociales son aún desconocidos. En esto podemos constatar la confusión que se ha creado.
Algunos usuarios van más allá y hablan del "síndrome posfinasterida", en el que incluyen depresión, ansiedad, ideas suicidas y otras reacciones adversas, tanto sexuales como neurológicas y físicas. No existe investigación que sea concluyente, pero la discusión siempre está presente en foros virtuales y redes sociales.
Minoxidil, otro fármaco en liza
Lo mismo se puede decir del minoxidil, otro de los fármacos usados para estimular el crecimiento del cabello y desacelerar la calvicie en alopecias androgénicas de intensidad moderada, sobre todo en menores de 40 años de edad cuya pérdida del cabello es reciente. "Son fármacos generalmente muy bien tolerados. Ante cualquier efecto adverso, lo correcto es consultar con el médico. Iniciar el tratamiento con un aluvión de opiniones sobre los posibles efectos secundarios que puede experimentar provoca ese efecto psicológico conocido como nocebo", sostiene Grimalt.
La divulgación de fake news, bulos o infundios alcanza sobre todo a la población más joven, según observa el dermatólogo, debido a que la importancia que dan a su cabello es mayor, asociándola a su autoestima y éxito social. Es más fácil que se aferren a cualquier creencia que llegue acompañada de una base pseudocientífica. "El peligro añadido es el llamado efecto nocebo. Es decir, notamos un efecto adverso solo por obsesionarnos con esa posibilidad después de ver o escuchar abundante información falsa sobre ello".
Rompiendo el estigma
"En las generaciones de más edad, la percepción de la calvicie está cambiando. Cada vez más hombres la aceptan e incluso la consideran un rasgo distintivo de confianza. En la madurez, los hombres superan cualquier estigma". Incluso existe algún estudio, como una realizado por investigadores de la Universidad e Pensilvania, que destaca que los hombres calvos son percibidos como más inteligentes y con mayor capacidad de liderazgo.

La tesis del doctor Grimalt está respaldada por diferentes ensayos clínicos que concluyen que la ingesta de finasterida, en las dosis que se aconsejan para tratar la alopecia androgenética, no repercute en la función sexual ni disminuye el deseo. El hecho de que el pequeño porcentaje declare que sí lo sintió como un efecto adverso que desapareció al dejar el tratamiento demuestra que la ansiedad del mismo proceso es suficiente para perder el interés en las relaciones íntimas. Aun así, sería reversible.
El experto recalca que es un medicamento seguro que en la gran mayoría de las personas no ocasiona ningún efecto adverso. Por otra parte, nos recuerda que es un fármaco que se utiliza bajo prescripción médica y con las dosis muy precisas para cada paciente. Recuerda, por último, que en la salud sexual intervienen muchos factores. Entre ellos, los hábitos de vida. Una dieta equilibrada mejorará la salud en todos los sentidos, también, por cierto, capilar. Por eso, es importante tener en cuenta la edad, el estilo de vida, las condiciones médicas de esa persona que está tomando finasterida u otra medicación.