Cuánto dinero deberías gastar (realmente) en la lotería sin afectar tus finanzas

El límite recomendado para juegos de azar es del 1% de los ingresos anuales netos
Uno de los consejos más repetidos por asesores financieros es establecer un presupuesto previo y no rebasarlo
¿Es buena idea pagar deudas con un premio de lotería o es mejor invertir? Guía básica
MadridCada año, millones de personas en España participan en sorteos como la Lotería de Navidad, con la esperanza de que un número afortunado cambie su vida para siempre. Pero más allá de la ilusión colectiva, hay una pregunta que rara vez se formula en voz alta: ¿cuánto es razonable gastar en lotería sin poner en riesgo la salud financiera personal?
Según datos oficiales de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE), el gasto medio por persona en la Lotería de Navidad de 2023 fue de 71,67 euros, una cifra que en algunas comunidades autónomas como Castilla y León superó los 117 euros per cápita. Mientras tanto, en Ceuta y Melilla, el gasto dicho gasto resultó ser significativamente inferior. Estos datos confirman que jugar a la lotería es una práctica habitual y profundamente arraigada, pero también que su impacto económico varía según el contexto territorial y social.
Un presupuesto seguro para los juegos de azar: el 1%
Desde el punto de vista de las finanzas personales, los expertos coinciden: el gasto en lotería debe estar siempre supeditado al presupuesto global del hogar. Tal como recoge la OCU y otras plataformas de educación financiera, el límite recomendado para juegos de azar es del 1% de los ingresos anuales netos. Es decir, si se gana 25.000 euros al año, lo aconsejable sería no destinar más de 250 euros a este tipo de ocio.
Esto no implica demonizar la lotería, sino entenderla como lo que es: una forma de entretenimiento con una rentabilidad estadísticamente muy baja. La probabilidad de ganar El Gordo, por ejemplo, es de 1 entre 100.000. Dicho de otro modo, más de 99.999 décimos no son premiados con el primer puesto. Y sin embargo, cada año, miles de personas sobrepasan con creces ese 1% de gasto recomendado, a veces incluso recurriendo a préstamos rápidos o tarjetas de crédito, una decisión financiera que puede arrastrar consecuencias graves.
Uno de los consejos más repetidos por asesores financieros es establecer un presupuesto previo y no rebasarlo bajo ninguna circunstancia. En ese presupuesto deben entrar también las participaciones, los décimos compartidos con familiares o compañeros de trabajo, y los boletos adquiridos en otros sorteos paralelos como la Lotería del Niño o la ONCE. La suma puede escalar rápidamente si no se lleva un control consciente.
Otra recomendación clave es no comprar lotería con dinero que no se tiene. Puede parecer una obviedad, pero cada año se reportan casos de personas que piden préstamos, dejan a deber gastos esenciales o incluso cancelan inversiones necesarias por participar en el sorteo. Como recuerda la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), un comportamiento financiero saludable empieza por priorizar necesidades básicas, ahorro e inversión.
¿Y qué pasa cuando se gana? Paradójicamente, los estudios indican que una proporción alarmante de premiados termina arruinada en pocos años. Una investigación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) estima que hasta el 70% de los ganadores de premios importantes acaban con menos dinero del que tenían antes de jugar. Las causas: mala gestión, presión social, inversiones fallidas y un aumento descontrolado del nivel de gasto.
Participar en la lotería puede ser parte de una tradición entrañable, una excusa para compartir con amigos o familiares, o un simple gesto de ilusión. Pero debe hacerse con cabeza, como cualquier otro gasto dentro del presupuesto mensual. Si lo que se gasta en décimos empieza a desplazar lo que se invierte en salud, cultura, ahorro o necesidades básicas, es momento de reevaluar prioridades.
En definitiva, la lotería no es un plan financiero, sino una anécdota estadística con baja probabilidad de éxito. Mantener el control del gasto, ser realista con las expectativas y poner siempre por delante la estabilidad económica es la mejor forma de disfrutar del sorteo… sin poner en juego tu futuro.