En el Vaticano continúan las misas y las reuniones previas al cónclave que comienza el próximo miércoles. En estos días, los cardenales no sólo se ocupan de la elección del sucesor de Francisco, también discuten sobre la Iglesia que se encontrará el próximo Sumo Pontífice. Ese debate sobre asuntos espirituales y otros más prácticos, como el estado de las cuentas de la Santa Sede, por ejemplo. De la situación económica ya han sido informados los cardenales. Es otro de los retos del futuro papa. Hay serias complicaciones en las finanzas vaticanas.

Según informa Darío Menor, es una de las 'patatas calientes' que, sin duda, le va a tocar afrontar al próximo pontífice. Las finanzas de la Santa Sede arrojan un déficit estructural cada año, de manera que a medio plazo se corre el riesgo de bancarrota. Ayer a los cardenales se les informó que en el año 2023 el déficit superó los 80 milones de euros. Pero no es esta la única preocupación de los purpurados, que también tienen que estar estos días muy pendientes de su vestimenta.

La sastrería Mancinelli y el sastre del sucesor de Francisco

La cuestión de la vestimenta la ha tratado David Cacho en Roma. Desde 1962, cualquier sacerdote, obispo o cardenal que pise el Vaticano y que quiera comprar una prenda tiene un destino obligado, la sastrería Mancinelli. Allí, Raniero Mancinelli, sastre de 87 años y a pie de cinta métrica, tomando medidas él mismo, exhibe un expediente imbatible: "He vestido a los tres últimos papas. A Juan Pablo II, a Benedicto XVI y a Francisco".

En época de sede vacante, entre la muerte de un papa y el cónclave, es la época de mayor trabajo. Prácticamente todo el colegio cardenalicio tiene alguna una prenda, cruz o anillo que renovar. En los últimos 70 años algunas cosas han cambiado. "La sobriedad de la ropa, de los vestidos... Ahora son mucho más suaves, más ligeros y más económicos", apunta Mancinelli.

Se siguen elaborando, eso sí, artesanalmente. Y los papás reflejan su personalidad también a la hora de encargar las telas. "Benedicto prefería un ropaje más bello, más elaborado y más caro. Francisco siempre pedía el material más barato", sentencia Rainiero, que tiene mucho trabajo por delante. El sucesor de Bergoglio aparecerá en el balcón de la Basílica de San Pedro con sus creaciones.

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