Descubre los efectos que la terapia floral tiene en la salud mental y física

Los aromas nos ayudan a conectar con algunas emociones en las que no siempre reparamos
Arturo Goicoechea, neurólogo: "El dolor crónico es peor que una enfermedad"
MadridExisten numerosas formas de terapias alternativas, maneras de acompañar los tratamientos habituales y médicos (que no de sustituirlos) y con los que pueden llegar a conseguirse mejores resultados, más eficaces o rápidos. Una forma de sentirse mejor ante un dolor o una dolencia, situaciones complicadas a las que no siempre sabemos cómo hacer frente física o emocionalmente.
Esto es lo que aporta la terapia floral o las flores de Bach, una pseudoterapia que, a pesar de no existir evidencia científica de su eficacia o que esta no sea mayor que cualquier placebo, cada vez convence a más personas como complemento de los métodos avalados por la ciencia. Un remedio que se considera natural y que se basa en las energías de las flores y cómo entran en equilibrio con las propias.
Los efectos que la terapia floral tiene en la salud mental y física
Esta forma de terapia, desarrollada por el médico y homeópata británico Edward Bach, se basa en la premisa de que las enfermedades físicas están asociadas a estados mentales negativos. Con este tratamiento, Bach no pretende curar la dolencia física como tal, sino tratarla desde las causas emocionales que considera que la causan y lo hace a través de esencias florales creadas a partir de un método concreto.
Estas 38 esencias florales se consiguen de un modo curioso, porque las flores se colocan al sol en un recipiente con agua durante varias horas, con la intención de que la esencia y la energía curativa de las flores se transfiera al agua, después, esta solución se mezcla con un brandy para su conservación. Estas esencias pueden emplearse de muchas maneras, habitualmente es de forma oral, pero también puede ser en forma de crema o de aceite sobre la zona que requiere cuidados.
La hipótesis de que las dolencias físicas están vinculadas a males emocionales es la base de toda la filosofía de Bach, que considera que cada una de las 38 flores está asociada a una emoción particular, el miedo, la ira o la tristeza tendrían una flor concreta cuya esencia ayudaría al paciente a sanar. Desde el principio la comunidad científica se mostró bastante escéptica, de hecho, no hay evidencias desde la ciencia que avalen estas teorías.
Las conclusiones de los investigadores parecen claras, el uso de las flores de Bach para tratar dolencias físicas y emocionales no es más efectivo que el de un placebo, tampoco menos. Los placebos suelen emplearse en el mundo científico como sistema de control en estudios científicos cuando se quiere conocer la eficacia de un medicamento, sin embargo, en ocasiones es capaz de provocar mejoras en los pacientes que lo están tomando pensando que es el medicamento.
Este tipo de sustancias pueden afectar positivamente a los pacientes, estimulando los procesos químicos para calmar algunos síntomas, aunque no tienen efecto sobre la enfermedad en sí misma. De ahí que las flores de Bach puedan considerarse un complemento en algunas ocasiones, provocando efectos positivos en quien lo toma, aunque en ningún caso deberían sustituir a un tratamiento médico si el paciente lo necesita.