Vacaciones

¿Tendremos 12 días de vacaciones más al año con la reducción de la jornada laboral? Un abogado laboralista lo explica

Yolanda Díaz
Yolanda Díaz, en una foto de archivoEUROPA PRESS
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La reducción de la jornada laboral es una de las reformas más esperadas para muchos trabajadores. El Gobierno ha planteado rebajar progresivamente el tiempo semanal de trabajo desde las actuales 40 horas hasta alcanzar las 37,5 horas. Esta medida, prevista para implementarse a lo largo de 2025, pretende mejorar la conciliación entre la vida profesional y personal.

Aunque la diferencia puede parecer mínima, los beneficios podrían sentirse rápidamente en la rutina diaria. Menos horas en el puesto de trabajo se traducen en más tiempo para uno mismo, y en algunos casos concretos, esta reducción se verá reflejada directamente en días adicionales de descanso al año, lo que ha despertado el interés de miles de trabajadores.

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¿Qué implica la reducción de la jornada laboral?

El cambio propuesto por el Ejecutivo busca seguir el ejemplo de otros países europeos que han adoptado modelos de trabajo más sostenibles. La idea no es solo trabajar menos, sino hacerlo mejor.

La evidencia recopilada en los últimos años sugiere que jornadas más cortas pueden ir acompañadas de un aumento en la productividad, un menor absentismo y una mejora general del bienestar emocional de los trabajadores.

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La reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales permitirá a millones de empleados disfrutar de más tiempo libre. Esta medida podría ser, además, especialmente significativa para quienes actualmente soportan largas jornadas con poco margen para el descanso o la vida familiar.

La excepción que puede sumar días libres

Sin embargo, no todos los trabajadores verán inmediatamente reducida su jornada. Algunos sectores cuya operativa depende de jornadas completas, como aquellos con actividad continua o servicios esenciales, podrían mantener las 40 horas semanales habituales. En estos casos, el ajuste legal no vendrá mediante la reducción horaria semanal, sino a través de compensaciones.

El abogado laboralista Juanma Lorente, en una explicación reciente en sus redes sociales, aclaró que quienes no puedan aplicar directamente la reducción de la jornada laboral deberán recibir 12 días adicionales de descanso al año. Este mecanismo permitirá igualar el total de horas trabajadas a lo largo del año con quienes sí han podido beneficiarse del nuevo modelo. Así, se garantiza el principio de equidad en la jornada total anual.

Esto no implica más vacaciones tradicionales, sino días extra de descanso compensatorio, que podrán ser gestionados según lo establecido en cada convenio colectivo o acuerdo entre empresa y trabajador.

Calendario y aplicación de la nueva jornada

Aún no hay una fecha oficial definitiva, pero se espera que el recorte a 37,5 horas se implemente completamente durante el año 2025. El Gobierno estudia distintas fases para aplicar la reforma, posiblemente comenzando por una reducción intermedia a 38,5 horas.

La normativa, una vez aprobada, será de cumplimiento obligatorio para todas las empresas del país, sin importar su tamaño ni sector.

Las autoridades laborales serán las encargadas de supervisar que la reducción de la jornada laboral se respete. En caso contrario, las compañías podrían enfrentarse a sanciones que afecten tanto a su reputación como a su balance económico. Por tanto, tanto empresas como empleados deben estar atentos a los próximos pasos legislativos.

Beneficios también para las empresas

Los defensores de esta reforma apuntan a que el nuevo modelo beneficiará no solo a los trabajadores, sino también a las propias empresas. Con jornadas más cortas, se espera que aumente el compromiso de los empleados y se reduzca el agotamiento laboral.

La experiencia de países como Alemania o Países Bajos indica que un mejor equilibrio entre trabajo y vida personal puede traducirse en un rendimiento más eficiente y motivado.

No obstante, para muchas organizaciones el cambio implicará retos operativos. Adaptar horarios, revisar convenios colectivos, rediseñar turnos y garantizar que los resultados no se vean perjudicados por trabajar menos horas son algunos de los puntos clave. Esto requerirá planificación, diálogo social y una revisión profunda de los procesos internos.

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