Contar desde dentro la Movida: "Alaska, Berlanga y Canut son un triángulo apasionante de lealtad y celos"

Hablamos con Rafa Cervera de su libro, 'Alaska y otras historias de la movida', que va de su origen mexicano a regresar convertida en estrella pop
También están presentes anécdotas de Radio Futura, Parálisis, Derribos, Almodóvar o Chamorro
Olvido Gara Jova (Ciudad de México, 1963) llegó a España de niña envuelta en una declaración de guerra. Irreverente, transformadora y auténtica, emergió en los ochenta como Alaska, una diosa punk vibrante poniéndole a la noche madrileña de Malasaña los colores intensos de su México natal. Del rojo carmesí al verde eléctrico. Menuda, excesiva, de mirada penetrante y cabello negro azabache, llena de simbolismo, deseosa de libertad y transgresora con sus canciones que irrumpían sin miedo como mantras compartidos.
Ha cantado a la libertad, al deseo, al desencanto. Es la musa contracultural inmortal que nos quitó las vergüenzas y hoy sigue en pie como una obra de arte mutable que ha sobrevivido a sus propias metamorfosis sin perder su esencia ni su autenticidad. Introdujo sus propios sonidos y del punk y el new wave pasó a una estética gótica más sofisticada. Fue haciéndose cada vez más presente en la música, la televisión o la moda, dejando su huella y reflejando la evolución de la sociedad.
Rafa Cervera, periodista, escritor y crítico musical nacido en Valencia el mismo año que ella, 1963, ha sido testigo apasionado y clave en la difusión de la figura de Alaska desde el privilegio de la cercanía y, con el tiempo, de la amistad. Ha entrevistado a artistas como David Bowie y a todos los que formaron parte de la movida madrileña.
Hoy nos presenta 'Alaska y otras historias de la movida', un libro que publicó por primera vez hace más de veinte años con el relato vital de la artista a partir de su infancia en México, su llegada a España, sus precoces experiencias musicales con Kaka de Luxe y su irrupción definitiva con Alaska y los Pegamoides. Narra la esencia de lo que ocurrió en Madrid y de lo que vivieron Alaska, Nacho Canut, Carlos Berlanga, Pedro Almodóvar y otras muchas figuras.

¿Qué te ha impulsado a rescatar este libro y qué aportas nuevo?
Lo de la reedición fue una propuesta que me hicieron. El libro lleva más de 20 años descatalogado. Se ha convertido en un libro de culto. No soy muy de mirar atrás, y precisamente por eso a veces acabo restándole importancia a cosas importantes que he hecho. Este libro es una de ellas. La nueva versión es básicamente lo mismo que el libro original, salvo la portada, las fotos, la introducción de Elena Cabrera y mi epílogo.
Viviste la Movida en primera línea como periodista musical. ¿Cómo ha ido evolucionando tu mirada?
Vivía en Valencia, lo que pasa es que a menudo viajaba a Madrid porque tenía un fanzine y eso me daba la excusa perfecta para perseguir a artistas que me gustaban mucho: Pegamoides, Radio Futura, Parálisis, Derribos, Almodóvar, Chamorro... Tenía 19 años cuando empecé a entrevistarles a todos. Hoy, con las redes sociales, la democratización de la información y cientos de testimonios gráficos y verbales de testigos y protagonistas, la de la Movida es una historia que discurre por sí misma. Yo creo que lo que podía aportar a su visión es este libro. No tengo mucho más que añadir al respecto y, francamente, tampoco es necesario que lo haga.
Es un personaje único y no ha quedado atrapada en una época
¿Qué tiene Alaska para que sirva de hilo conductor en la narrativa de la Movida?
Para empezar, es una superviviente. Lleva cinco décadas en activo. Es un personaje único y a la vez muy popular. No se ha quedado atrapada en una época. Es decir, no es sospechosa de explotar la nostalgia porque ha vivido y vive tiempos tan buenos o mejores que aquellos. Y no lo olvidemos, es una mujer que ha roto muchos esquemas.

¿Cómo influyó en ella esa infancia partida en dos cuando la familia se muda a España?
Fue un shock pero enseguida Olvido se sobrepuso a las circunstancias y fue capaz de crear este personaje inabarcable que es Alaska. Todo un ejemplo de eso que hoy llamamos empoderamiento.
¿Qué admiras de ella?
A Alaska la admiro mucho por todo lo que he dicho en respuestas anteriores. Compartimos gustos. También he aprendido mucho de ella y de Nacho, y de los otros Pegamoides. Alaska forma parte de mis referentes juveniles y vitales. Le debo mucho en la medida que también se lo debo a Lou Reed, Patti Smith, Nico, Alan Vega, Johnny Rotten Siouxsie, Warhol, John Waters.
¿Qué le aporta Mario, y viceversa?
Es algo que se explica muy bien en el documental Alaska revelada. Mario le ha dado una estabilidad afectiva que nunca había tenido. Mario le da amor y también se preocupa de cuidar su carrera. La fama es muy cruel porque el público siempre ve al personaje, pero no a la persona. Las estrellas, los ídolos, tienen un lado humano que queda en segundo plano porque lo que nos atrae es el brillo que desprenden, la fantasía en la que podemos refugiarnos.
Mario le ha dado una estabilidad afectiva que nunca había tenido
¿Su madre, América, es una pieza ineludible en la movida?
Sin duda. Alaska no sería Alaska si no hubiese tenido esa madre, América, y esa abuela materna, Caridad. Dos mujeres independientes de rompe y rasga, en una época en la que las mujeres tenían que luchar mucho para poder ser quienes querían ser. Y no todas lo conseguían. América y Caridad, sí.

Carlos Berlanga, Nacho Canut y Alaska, ¿su conexión fue el germen de muchas otras cosas?
Son un triángulo apasionante que genera todo tipo de pasiones: amistad, lealtad, celos. Sin buscarlo, los tres protagonizan una historia que, bien contada, es fascinante porque contiene los conflictos habituales del ser humano.

¿Cómo ha vivido Alaska la pérdida de tantos artistas que formaron parte de la Movida?
Eso debería contarlo ella. Imagino que con tristeza, porque a medida que nos hacemos mayores, las pérdidas se van acumulando. Por una parte, estás más preparado que cuando eres joven; por otra, las ausencias cada vez crean un vacío que se agranda demasiado.
¿Te apena que su interés mediático se centre en las ocurrencias de Mario?
Alaska es muchas cosas, siempre ha sido así. Y no parece que este sea un buen momento para ser así. También sería interesante que se entendiera que, aunque sean una pareja, aunque se quieran mucho, Alaska es Alaska y Mario es Mario.

Pocos fenómenos como la Movida han merecido tantas lecturas: mitificada, desmitificada, apropiada desde diferentes campos e ideologías, repudiada… ¿con qué reflexión te quedas?
He llegado a una edad en la que ya me da igual lo que digan los demás acerca de lo que a mí me gusta o me interesa. No tengo ganas de discutir con nadie ni de temas políticos ni culturales. Para expresar lo que quiero decir ya dispongo de la tribuna que me ofrecen mis artículos o mis libros o mi newsletter.
He llegado a una edad en la que ya me da igual lo que digan los demás acerca de lo que a mí me interesa
No ha habido una eclosión artística similar, aunque sí se han dado las circunstancias. ¿Qué está pasando?
Francamente, no tengo ni idea. Tengo 62 años. Los fenómenos culturales que se vayan a producir ya no me apelan. Me limito a observar e intentar comprender. Si hay algo que me gusta, lo incorporo a mi vida. Fuera del contexto de mis libros o mis artículos, mi opinión es irrelevante.