Julio García Gómez 03 MAR 2025 - 06:45h.

La expectación despertada por la presencia de Karla Sofía Gascón en la gala de los Premios Oscar 2025 ha propiciado que las miradas de los asistentes se hayan dirigido especialmente a ella, a su conduzca, sus gestos y sus ausencias, como por ejemplo ha sido el hecho de no desfilar por la alfombra roja. Desde el punto de vista del análisis de comportamiento, nos encontramos con una falta de presencia provocada para evitar avivar más la polémica despertada por sus comentarios en redes.

Cuando alguien evita una situación de estrés, como puede ser una comparecencia pública del tipo de la de la actriz de Alcobendas al evento, está evitando que pueda haber micrófonos que quieran dirigirse a ella para hacerle preguntas incómodas, y a la vez rentabilizar la situación para que le pueda dar seguridad en la gala y no pasar momentos complicados. Quiere guardar fuerzas para el resto de la jornada. Móvil en mano, Karla muestra con toda naturalidad su presencia en la gala e intenta no forzar movimientos llamativos. Prudencia y templanza.

Su llegada al Dolby Theatre nos muestra microexpresiones de control de situación, firmeza en el gesto de manos al hablar, mirada directa a las personas que están cerca de ella, entre el público, y a su pareja. Y cuando el presentador Conan O’Brien realiza un comentario referido a la actriz por su afición a twittear, el gesto de Karla parece denotar que está pidiendo perdón y comprensión por la polémica desatada para evitar que salpique a la propia producción 'Emilia Pérez'. Sus manos pegadas y su actitud reverencial están mostrando una actitud propia de las personas que aceptan que en un momento dado no han actuado correctamente y piden disculpas.

Destaca especialmente en su lenguaje corporal la firmeza con la que se desenvuelve en el patio de butacas. Se observan las manos que señalan a compañeros con decisión y el rostro denota matices de tensión al llegar que se van suavizando a medida que avanza el show. Tener cerca a su mujer ha sido un elemento emocional positivo que le ha aportado seguridad para desenvolverse en una situación complicada. Sonrisa muy abierta y sincera, en otros momentos, con caída de ojos al unísono, es muestra de la relajación que ha ido ganando a medida que ha tomado situación y se ha autoafirmado en su interés por no reavivar el fuego de la polémica.

Hay unos instantes de consolidación del gesto positivo hacia su compañera de reparto, Selena Gomez, cuando se cruzan un beso mejilla con mejilla, con el torso de Karla en franca posición inclinada, sujetándose en la butaca, con la receptiva acogida de Selena. Es el beso de la reconciliación tras los polémicos comentarios de Karla en redes. Una situación cargada de tensión en su momento, que poco a poco se va suavizando, a medida que la actriz ha puesto en marcha una estrategia de comunicación centrada en aplacar ánimos, discreción de movimientos y evitar comentarios a posteriori.

El antecedente de esta situación lo tenemos en los César cuando reaparece tras la polémica en la noche de 'Emilia Pérez', en la que se reencuentra con el director Jacques Audiard y su compañera de reparto Zoe Saldaña. Aquí sí desfiló por la alfombra roja y en su posado fotográfico para los medios hay signos evidentes de preocupación y rasgos de tristeza en el rostro. Ojos con párpados caídos, labios muy cerrados y mirada perdida, nos están dando claves de la situación que estaba viviendo, muy diferente a la de hoy en los Oscars, ya mas relajada y tranquila.

Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento