A sus 25 años, la argentina María Becerra ha sido intervenida de nuevo por un embarazo ectópico que puso su vida en serio peligro. En septiembre de 2024, la cantante contó a través de sus redes sociales que había perdido el bebé que esperaba junto a su pareja, J Rei, tras sufrir unos repentinos dolores en el abdomen. Ahí, le diagnosticaron su primer embarazo ectópico: un tipo de embarazo cuyo óvulo fecundado no se adhiere adecuadamente al revestimiento del útero, sino que se instala en otra zona de los órganos genitales femeninos, como un ovario, una trompa de Falopio o el cuello del útero.

Según indica la Clínica Mayo, este tipo de embarazos "no pueden continuar con normalidad", pues pueden poner en riesgo la vida de la gestante. La prestigiosa clínica también informa de que, cuando una mujer ha sufrido un embarazo ectópico, tiene muchas probabilidades de volver a sufrirlo. Y así ha sido en el caso de la cantante bonaerense. En 2024, ya anunció que el hecho de haber perdido un bebé no iba quitarle las ganas de ser madre, pues tanto ella como su pareja tenían "mucho amor que dar y toda una vida por delante". Ahora sabemos que, pocos meses después, volvió a quedarse embarazada.

Como en el caso anterior, María Becerra ha sido recientemente ingresada de urgencia en la Clínica Zabala de Buenos Aires, desde donde su familia emitió un comunicado: "Con el respeto que merece esta situación, y agradeciendo profundamente el cariño que tantas personas han brindado siempre a Mari y a Juli, queremos compartir un momento muy delicado que ha sucedido en las últimas horas. Mari volvió a atravesar un embarazo ectópico que derivó en una hemorragia interna con riesgo de vida. Gracias a la rápida intervención del equipo médico y el entorno que los acompaña, se logró actuar a tiempo. Mari salió sana y salva de la operación, con todo lo que eso implica. Hoy se encuentra estable, en recuperación y en reposo", escribían.

La Mayo especifica también cuáles son los riesgos mortales que implican los embarazos ectópicos que, en muchas ocasiones, se dan por la inflamación que causan ciertas enfermedades de transmisión sexual, tras una ligadura de trompas o por el uso de algunos métodos anticonceptivos, como el DIU. En cualquier caso, el óvulo fecundado no puede sobrevivir, y el aumento de tejido puede provocar sangrado que ponga en riesgo la vida de la madre:

"Si el óvulo fecundado sigue creciendo en la trompa de Falopio, esto puede causar la ruptura de la trompa. Es probable que se produzca un sangrado intenso en el interior del abdomen. Los síntomas de este evento potencialmente mortal incluyen aturdimiento extremo, desmayos y choque", advierten desde la clínica.

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